Evaluación del proceso de integaración educativa en México
Proyecto financiado por CONACYT. Convocatoria SEP-SEB CONACYT-2006-proyecto num. 04817
Responsable técnico: Dr. Ismael García Cedillo
Universidad Autónoma de San Luis Potosí
Responsable técnico: Dr. Ismael García Cedillo
Universidad Autónoma de San Luis Potosí
DESCRIPCIÓN DE LA PROPUESTA
La integración educativa (IE) constituye el proceso de educar a las niñas y los niños con necesidades educativas especiales (nee) en las escuelas regulares, en lugar de hacerlo en los espacios tradicionales: las escuelas de educación especial (García, Escalante, Escandón, Fernández, Mustri y Puga, 2000).
Este proceso se inició en Europa en los años sesenta, en EUA en los años setenta y en nuestro país al inicio de los años noventa. El proceso se inició con cambios legales (art. 41 de la ley general de educación) y organizativos (cambios en la función de algunos profesionales de educación especial e inclusive cambios en cuanto a sus centros de trabajo). Los cambios legales no estuvieron acompañados por un proceso de sensibilización e información a sus principales actores: profesionales de educación especial, profesores de educación regular y a los padres y madres de niños con y sin nee, por lo que el desconocimiento condujo al temor de perder fuentes de trabajo (profesionales de educación especial), de una sobrecarga de trabajo (profesores de la educación regular) y de que sus hijos quedaran sin oportunidades educativas (padres de niños con nee). El temor condujo a las protestas y a mayores resistencias frente a los cambios propuestos por las autoridades educativas (García, 2006).
La subsecretaría de educación básica (SEB) de la SEP realizó una investigación durante los años 1995-96 para diagnosticar el proceso de IE en el país y para generar estrategias de trabajo que permitieran detonarlo, cuyo nombre es: Integración Educativa. Perspectiva internacional y nacional (García, Escalante, Escandón, Mustri y Toulet, 2003)
Un equipo de investigación (dirigido por el autor de la presente propuesta) realizó esta investigación, que entre muchas otras cosas implicó el diseño de los instrumentos de evaluación (encuesta, guía de observación, entrevista semiestructurada, entre otros) con el fin de recabar datos de autoridades educativas, maestros de escuelas regulares, personal de educación especial, padres de alumnos con y sin nee y de los mismos niños con y sin nee.
Se trabajó en Baja California, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Querétaro, Puebla, San Luis Potosí, Distrito Federal, Veracruz, Tabasco y Yucatán.
Los resultados obtenidos indicaron que el proceso de IE estaba logrando un desarrollo muy cuestionable, pues en la mayoría de los estados no había provocado serios cambios en la atención de los alumnos con nee ni en el funcionamiento de la educación especial. De hecho, en varios estados ni los mismos jefes de educación especial sabían de qué se trataba. Para subsanar esta situación, se propusieron las siguientes estrategias de trabajo:
A) Diseño de un sistema de capacitación.
B) Dotación de materiales didácticos a las escuelas para apoyar los aprendizajes de los alumnos con nee
C) Diseño de un sistema de seguimiento computarizado.
D) El desarrollo de experiencias concretas y cuidadosamente seguidas de ie.
La SEB hizo suyas las recomendaciones y así inició un trabajo sistemático de promoción de la IE en tres estados (colima, san luis potosí y tabasco), con la participación de 49 escuelas en total (esto durante el ciclo escolar 1997-1998. García, Escalante, Escandón, Fernández, Mustri y Puga, 2003). A partir de este momento y hasta 2002, el proyecto fue financiado por el Fondo Mixto de Cooperación Técnica y Científica México-España y la Secretaría de Educación Pública.
El proyecto de investigación duró otros cinco años y en 2002 se convirtió en el Programa Nacional de Fortalecimiento a la Educación Especial y la Integración Educativa (PNFEEIE). Sigue utilizando las estrategias mencionadas, con excepción de la dotación de materiales didácticos, programa que se descontinuó después de un año de ponerlo en funcionamiento y evaluarlo, pues mostró su inviabilidad financiera y porque su impacto fue menor al esperado.
A diez años de la primera investigación surge la oportunidad de identificar qué tanto ha avanzado el proceso de IE en nuestro país. La réplica de la investigación de 1995-96 resulta muy relevante porque las evaluaciones al proceso de integración educativa realizadas a nivel internacional muestran que los alumnos con nee se benefician de manera muy significativa por su atención en las escuelas regulares, y que también los alumnos sin nee se benefician, pues aprenden a valorar la diversidad.
La investigación también es necesaria porque, al convertirse el proyecto de investigación en programa nacional, necesariamente significó su masificación y la consecuente falta de cercanía entre el equipo base y los equipos estatales implicó, asimismo, la dificultad para evaluarlo. En este sentido, la investigación propuesta permitirá sugerir nuevas estrategias que permitan su impulso y crecimiento con el fin último de beneficiar a más niñas y los niños con y sin nee.
La IE busca alcanzar la equidad en la educación que reciben los alumnos y alumnas con nee mediante el ofrecimiento de una educación de calidad que tome en cuenta y satisfaga sus necesidades educativas especiales. Esto solamente se puede lograr si la escuela en su conjunto se orienta hacia este propósito y si se esfuerza por la formación de redes interinstitucionales. Con esto también se garantiza que la escuela se comprometa a ofrecer una educación de calidad a otros grupos de niños en situaciones de desventaja, pues no es viable que una escuela sea verdaderamente integradora hacia un grupo de alumnos y excluyente hacia otros.
La integración educativa (IE) constituye el proceso de educar a las niñas y los niños con necesidades educativas especiales (nee) en las escuelas regulares, en lugar de hacerlo en los espacios tradicionales: las escuelas de educación especial (García, Escalante, Escandón, Fernández, Mustri y Puga, 2000).
Este proceso se inició en Europa en los años sesenta, en EUA en los años setenta y en nuestro país al inicio de los años noventa. El proceso se inició con cambios legales (art. 41 de la ley general de educación) y organizativos (cambios en la función de algunos profesionales de educación especial e inclusive cambios en cuanto a sus centros de trabajo). Los cambios legales no estuvieron acompañados por un proceso de sensibilización e información a sus principales actores: profesionales de educación especial, profesores de educación regular y a los padres y madres de niños con y sin nee, por lo que el desconocimiento condujo al temor de perder fuentes de trabajo (profesionales de educación especial), de una sobrecarga de trabajo (profesores de la educación regular) y de que sus hijos quedaran sin oportunidades educativas (padres de niños con nee). El temor condujo a las protestas y a mayores resistencias frente a los cambios propuestos por las autoridades educativas (García, 2006).
La subsecretaría de educación básica (SEB) de la SEP realizó una investigación durante los años 1995-96 para diagnosticar el proceso de IE en el país y para generar estrategias de trabajo que permitieran detonarlo, cuyo nombre es: Integración Educativa. Perspectiva internacional y nacional (García, Escalante, Escandón, Mustri y Toulet, 2003)
Un equipo de investigación (dirigido por el autor de la presente propuesta) realizó esta investigación, que entre muchas otras cosas implicó el diseño de los instrumentos de evaluación (encuesta, guía de observación, entrevista semiestructurada, entre otros) con el fin de recabar datos de autoridades educativas, maestros de escuelas regulares, personal de educación especial, padres de alumnos con y sin nee y de los mismos niños con y sin nee.
Se trabajó en Baja California, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Querétaro, Puebla, San Luis Potosí, Distrito Federal, Veracruz, Tabasco y Yucatán.
Los resultados obtenidos indicaron que el proceso de IE estaba logrando un desarrollo muy cuestionable, pues en la mayoría de los estados no había provocado serios cambios en la atención de los alumnos con nee ni en el funcionamiento de la educación especial. De hecho, en varios estados ni los mismos jefes de educación especial sabían de qué se trataba. Para subsanar esta situación, se propusieron las siguientes estrategias de trabajo:
A) Diseño de un sistema de capacitación.
B) Dotación de materiales didácticos a las escuelas para apoyar los aprendizajes de los alumnos con nee
C) Diseño de un sistema de seguimiento computarizado.
D) El desarrollo de experiencias concretas y cuidadosamente seguidas de ie.
La SEB hizo suyas las recomendaciones y así inició un trabajo sistemático de promoción de la IE en tres estados (colima, san luis potosí y tabasco), con la participación de 49 escuelas en total (esto durante el ciclo escolar 1997-1998. García, Escalante, Escandón, Fernández, Mustri y Puga, 2003). A partir de este momento y hasta 2002, el proyecto fue financiado por el Fondo Mixto de Cooperación Técnica y Científica México-España y la Secretaría de Educación Pública.
El proyecto de investigación duró otros cinco años y en 2002 se convirtió en el Programa Nacional de Fortalecimiento a la Educación Especial y la Integración Educativa (PNFEEIE). Sigue utilizando las estrategias mencionadas, con excepción de la dotación de materiales didácticos, programa que se descontinuó después de un año de ponerlo en funcionamiento y evaluarlo, pues mostró su inviabilidad financiera y porque su impacto fue menor al esperado.
A diez años de la primera investigación surge la oportunidad de identificar qué tanto ha avanzado el proceso de IE en nuestro país. La réplica de la investigación de 1995-96 resulta muy relevante porque las evaluaciones al proceso de integración educativa realizadas a nivel internacional muestran que los alumnos con nee se benefician de manera muy significativa por su atención en las escuelas regulares, y que también los alumnos sin nee se benefician, pues aprenden a valorar la diversidad.
La investigación también es necesaria porque, al convertirse el proyecto de investigación en programa nacional, necesariamente significó su masificación y la consecuente falta de cercanía entre el equipo base y los equipos estatales implicó, asimismo, la dificultad para evaluarlo. En este sentido, la investigación propuesta permitirá sugerir nuevas estrategias que permitan su impulso y crecimiento con el fin último de beneficiar a más niñas y los niños con y sin nee.
La IE busca alcanzar la equidad en la educación que reciben los alumnos y alumnas con nee mediante el ofrecimiento de una educación de calidad que tome en cuenta y satisfaga sus necesidades educativas especiales. Esto solamente se puede lograr si la escuela en su conjunto se orienta hacia este propósito y si se esfuerza por la formación de redes interinstitucionales. Con esto también se garantiza que la escuela se comprometa a ofrecer una educación de calidad a otros grupos de niños en situaciones de desventaja, pues no es viable que una escuela sea verdaderamente integradora hacia un grupo de alumnos y excluyente hacia otros.